La tercera cama del Marañón, motivo del cese de la gerente

La Mesa Sectorial celebrada el pasado 27 de abril marcó el fin de María Codesido como gerente del Hospital Gregorio Marañón. Ese día, el consejero de Sanidad afirmó que ya no existía la tercera cama en ningún centro hospitalario público de la Comunidad de Madrid. 

SATSE Madrid explicó al consejero que en el Hospital Gregorio Marañón había habitaciones que albergaban tres pacientes, comprometiéndose a mostrárselas, si así lo solicitaba Jesús Sánchez Martos. Esa misma tarde-noche el consejero se presentó en el centro hospitalario y, acompañado por las delegadas de SATSE Madrid, comprobó que la denuncia del Sindicato era cierta. 

Sánchez Martos en Urgencias

“Aprovechando que estaba en el centro, explican las delegadas de SATSE Madrid, pedimos a Sánchez Martos que nos acompañase a las Urgencias y comprobara personalmente, como si fuera un madrileño más,  la masificación que el Servicio sufre de forma continuada”. 

SATSE Madrid había denunciado en reiteradas ocasiones que la gestión de Codesido no era adecuada ya que el descontento entre los trabajadores y los propios usuarios era patente y visible. 

Por otro lado, desde SATSE Madrid se afirma que no se entienden las críticas vertidas por el cese de la gerente del Marañón: “El Comité de Empresa había pedido su cese en varias ocasiones y algunos que hoy defienden su labor presentaron firmas ante la Consejería para que se la cesase”. 

El Sindicato de Enfermería valora positivamente la decisión de la Consejería de Sanidad “ya que la existencia de tres camas por habitación atenta a la dignidad e intimidad de los pacientes. Éstos, recuerdan desde SATSE Madrid, son y deben seguir siendo la prioridad de la sanidad madrileña”. 

Además, la existencia de esa tercera cama, denunciada por SATSE Madrid ante la Consejería, provoca una aumento de las cargas de trabajo de los profesionales de enfermería que ya están suficientemente sobrecargados. 

Por último, las delegadas de SATSE Madrid en el Hospital Gregorio Marañón pudieron comprobar “como en días posteriores, y desde la Consejería, se daban órdenes expresas de retirar no sólo la tercera cama en aquellas habitaciones donde estaba instalada, sino también el mobiliario que las acompañaba, tal vez para evitar que se pudieran volver a colocar en el futuro”.